Cómo regañar a un perro

1. No utilize regaños frecuentemente, solo cuando es necesario.

Los regaños deberían ser especiales y no utilizados con frecuencia, solo cuando es necesario. Esto significa que el perro asociará el regaño con algo específico y no con el hecho de estar enfadado contigo en general. Si regañas a tu perro demasiado a menudo, es posible que acabe ignorándote porque no será capaz de entender lo que quieres decirle.

2. Sea consistente con el uso de regaños.

La consistencia es muy importante al regañar a un perro. No querrás que tu perro piense que el regaño es un juego, por lo que debe ser serio cada vez que le regañes. Si solo le regañas de vez en cuando, tu perro no podrá aprender lo que estás tratando de enseñarle.

3. Asegúrese de que el regaño esté dirigido al perro y no a otras personas o animales cercanos.

Si vas a regañar a tu perro, asegúrate de que lo estás haciendo por algo que él haya hecho y no por algo que hayan hecho otras personas o animales cercanos. De lo contrario, tu perro no entenderá por qué estás enojado con él y podría terminar siendo más miedoso o inseguro de ti.

4. Mantenga un tono de voz firme, pero no agresivo.

La forma más eficaz de regañar a un perro es con un tono de voz firme pero no agresivo. Esto significa que necesitas elevar un poco la voz, pero no gritar ni berrear. Deja que tu perro sienta que eres serio, pero no asustado ni enojado.

5. Proporcione al perro una alternativa positiva a lo que le está regañando, para que entienda lo que se espera de él.

La forma más efectiva de regañar a un perro es ofrecerle una alternativa positiva. Esto significa que, en lugar de gritarle o castigarle, se le debe enseñar al perro lo que se espera de él. Por ejemplo, si el perro está saltando, se le puede enseñar a sentarse. Si el perro está mordiendo, se le puede enseñar a jugar con un juguete. Ofrecer una alternativa positiva es mucho más efectivo que regañar al perro, ya que le enseña al perro lo que se espera de él.